La Filosofía Agustiniana se cimienta en cuatro principios que inspiran la maduración de la persona y contribuyen a abrir horizontes en la búsqueda del sentido de la vida.
Estos principios son:
LA INTERIORIDAD, es el encuentro personal consigo mismo realizado en la intimidad, que permite reconocer y aceptar la realidad individual y que capacita y dispone a la persona para el encuentro con Dios y con los otros, y para definirse en sus opciones de vida.
LA FRATERNIDAD, es la apertura y disponibilidad de corazón para construir comunidad y convivencia fraterna manifestada en la experiencia de compartir, fomentando la unidad y la comunión de ideales.
LA TRASCENDENCIA, es la orientación de la existencia hacia la plenitud en el encuentro con Dios, aceptando la realidad y los procesos de vida como paso y preparación hacia la última meta al reconocerse como parte primordial del proyecto de DIOS.
LA BÚSQUEDA DE LA VERDAD, es la actitud permanente de inquietud que sugiere la vida como un espacio de posibilidades donde el ser descubre continuamente caminos diversos para alcanzar su ideal. La verdad dentro de los Principios Agustinianos es el fundamento y el último fin de toda búsqueda.